El genocidio en Gaza está poniendo en primer plano dos tendencias mundiales conflictivas: el aumento de la depravación fascista y el creciente movimiento por un mundo igualitario. Inspirados por la valiente resistencia de la clase trabajadora en Palestina a la bárbara limpieza étnica de los gobernantes israelíes, los jóvenes de todo el mundo han respondido con protestas masivas en las universidades. Mientras son testigos del bombardeo masivo de civiles y de la “hambruna en toda regla” en el norte de Gaza ( npr.org , 5/4), retroceden horrorizados ante la actitud habitual de los patrones capitalistas. Lo más importante es que están contraatacando.

Durante las últimas dos semanas, más de 2.500 estudiantes universitarios han sido arrestados en todo Estados Unidos (New York Times, 5/7). En solidaridad con los millones de trabajadores y niños desplazados en Gaza, el movimiento de campamentos estudiantiles se ha extendido a Europa, América Latina y Medio Oriente. Al mismo tiempo, las fuerzas del fascismo en ascenso han atacado brutalmente a los estudiantes. Ante la opción de apoyar protestas pacíficas o el asesinato en masa de inocentes, los portavoces y testaferros de los capitalistas han dejado clara su posición. Desde los principales medios de comunicación y los liberales en la Casa Blanca y el Congreso hasta los fanáticos del MAGA de Donald Trump, los títeres de los gobernantes se han puesto claramente del lado del genocidio financiado por Estados Unidos. Han decidido que hay que aplastar las protestas, que no se tolerará la disidencia: un mensaje brutalmente claro en tiempos de crisis capitalista mundial. A medida que se agudiza la rivalidad interimperialista y se acerca la próxima guerra mundial, los patrones se ven obligados a hacer todo lo posible para tratar de pacificar e intimidar a la clase trabajadora internacional.

Pero los patrones no tendrán la última palabra. La lucha de los trabajadores en Gaza y la unidad de millones de personas en todo el mundo para defenderlos muestra que nuestra clase puede y debe tomar nuestro futuro en nuestras propias manos, sacando a los capitalistas sedientos de sangre del negocio con la revolución comunista.

Cómo mienten los patrones sobre la violencia

Desde el secretario de prensa del genocidio Joe Biden hasta el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, los títeres de los patrones han promocionado una narrativa falsa sobre protestas “violentas” y racismo antijudío “desenfrenado” en las universidades. Estratégicamente, el Partido Laboral Progresista apoya la violencia revolucionaria masiva para aplastar al violento estado capitalista y poner fin a la violencia diaria del sistema de ganancias. También apoyamos el derecho de los estudiantes manifestantes a defenderse con la fuerza, como lo hicieron en UCLA, contra la violencia de los policías racistas o bandas de matones prosionistas. Es un buen entrenamiento para las peleas más importantes que se avecinan.

En realidad, sin embargo, las protestas universitarias han sido abrumadoramente no violentas, similares a las sentadas de la era de los derechos civiles en Estados Unidos, que también fueron respondidas con violencia tanto por parte del Ku Klux Klan como del Klan de azul (fuerzas policiacas). Mientras los presidentes de las universidades han usado a la policía para atacar a los estudiantes por el delito de montar tiendas de campaña en el césped, los policías, como era de esperar, han recurrido a la guerra química y a balas de goma potencialmente letales (Newsweek, 5/2). En UCLA, los videos mostraban a docenas de prosionistas “atacando a estudiantes… golpeándolos con palos, usando aerosoles químicos y lanzando fuegos artificiales como armas…. [L]a violencia tuvo altibajos durante casi cinco horas, en su mayor parte con poca o ninguna intervención policial” (NYT, 5/2). Tres días después, ninguno de los matones había sido detenido por la agresión.

Los patrones no dudarán en utilizar la violencia contra los trabajadores rebeldes porque saben que no pueden sobrevivir sin ella. Como sistema definido por el robo de valor de muchos por parte de unos pocos, el capitalismo se construye sobre la fuerza y la coerción. Es violento por su naturaleza. A medida que la democracia liberal de los patrones demuestra cada vez menos capacidad para mantener a flote su sistema, estos avanzan constantemente hacia el fascismo. La clase dominante liberal del capital financiero, los patrones del ala principal que respaldan a Biden y financian las universidades de la Ivy League, están levantando sin sentido las llamadas anclas de la democracia, las falsas libertades de reunión, expresión y prensa. En la Universidad de Columbia, la ciudadela del periodismo liberal, la policía detuvo a los estudiantes reporteros y los encerró dentro de un edificio para impedirles que observaran la escena de los ataques policiales (New York Magazine, 5/1). En la UCLA, la coordinación entre funcionarios universitarios, policías y matones fascistas representa un nuevo acontecimiento en Estados Unidos en este período, que recuerda a la Alemania nazi.

La falsa narrativa del racismo antijudío

Sin duda, durante las últimas semanas se han expresado algunos sentimientos antijudíos despreciables en los campus universitarios o cerca de ellos. Pero a pesar de toda la indignación en el Congreso y de los presidentes de las universidades, todavía no hemos visto un solo relato de un estudiante judío que haya sufrido daños físicos por ser judío. (Por otro lado, muchos manifestantes judíos han sido heridos por la policía y la seguridad del campus porque estaban en contra del genocidio.) Y ciertamente no hemos visto nada que se pueda comparar con los tiroteos racistas de tres estudiantes universitarios palestinos en noviembre pasado en Vermont (AP News 30/11/23).

Incitados por Biden, contra prácticamente toda la evidencia sobre el terreno, los medios de comunicación patronales y los grupos de presión sionistas pro genocidio siguen combinando cínicamente el antisionismo de los estudiantes con el antisemitismo. De hecho, son dos cosas completamente diferentes. El racismo antijudío—al igual que el racismo antiárabe y el racismo antimusulmán—divide a los trabajadores y perjudica a toda la clase trabajadora. El antisionismo—como todos los ataques al nacionalismo—ayuda a la clase trabajadora, incluidos los trabajadores y estudiantes judíos. Los sionistas de mediados del siglo XX eran un grupo de patrones judíos que llegaron a un acuerdo con los imperialistas británicos para crear un “Estado judío” donde pudieran explotar la mano de obra judía y superexplotar la mano de obra árabe. El nacimiento del estado colonialista de Israel en 1948 expulsó a 700.000 trabajadores árabes de sus hogares, un presagio de la huida y el desplazamiento de casi dos millones de palestinos en Gaza (Aljazeera, 4/23). El concepto mismo de un Estado judío condujo al apartheid racista que vemos hoy en Israel, Gaza y Cisjordania. Como todos los estados, el estado de Israel debe ser aplastado por la revolución comunista.

La clase trabajadora responde con solidaridad internacional

El heroísmo y la perseverancia de los trabajadores en Palestina están impulsando a trabajadores y estudiantes de todo el mundo a unirse en defensa de nuestra clase. Han estallado manifestaciones masivas contra el genocidio en toda Europa, Australia, Ciudad de México y, a pesar de la represión gubernamental, en Medio Oriente. Mil quinientas personas han sido arrestadas sólo en Jordania (NYT, 4/29). En París, los estudiantes de la élite Sciences Po, el alma mater del presidente Emmanuel Macron, ocuparon edificios, fueron golpeados por la policía y forzaron el cierre del campus principal (Barrons.com, 5/2). En España, Gran Bretaña, Alemania y Australia, miles de estudiantes han establecido campamentos antigenocidios, exigiendo que sus universidades se deshagan de cualquier vínculo con la maquinaria de guerra de Israel (NYT, 5/3). En algunos casos, como en Estados Unidos, a estas protestas se han sumado trabajadores antigenocidios: los “agitadores externos” denunciados por el mentiroso compulsivo Eric Adams. Siguiendo el espíritu de los Viajeros por la Libertad que se organizaron contra la segregación racista en Estados Unidos en los años 1960, nuestro Partido pide más agitación, desde dentro y desde fuera, para detener el asesinato en masa en Gaza. Todas las luchas obreras pertenecen a toda la clase trabajadora. Cuando los trabajadores y estudiantes se unen en una unidad multirracial para luchar contra la violencia estatal, se convierten en una fuerza poderosa. ¡Únase al PLP para aplastar el terrorismo capitalista y detener los genocidios patronales para siempre!

Detroit MI, 24/5—La Conferencia Popular por Palestina presentó una tremenda oportunidad para que los miembros y amigos del Partido Laboral Progresista participaran en acciones políticas intensas y debates centrados en el imperialismo estadounidense y el uso del nacionalismo por parte de los patrones para dividir y debilitar a la clase trabajadora, el liderazgo engañoso de los organizadores de la conferencia, el tremendo potencial para una nueva sociedad encarnado por los campamentos de solidaridad y la necesidad de una revolución comunista para barrer con la vieja sociedad.

Conferencia del Pueblo: Ideas de la clase dominante en exhibición

El mensaje de la conferencia fue claro: “Libertad” para los palestinos significa una clase dominante palestina que reemplace a los ocupantes sionistas. Hubo una glorificación constante de Sudáfrica, Argelia y otros países poscoloniales, sin ningún reconocimiento de que la desigualdad y el racismo todavía acechan a la clase trabajadora de esos países. En las discusiones, nuestro grupo dejó claro que simplemente reemplazar un conjunto de jefes por otro no es la respuesta. Como dijo un camarada, “el capitalismo y la liberación son incompatibles”.

La política fallida y la hipocresía que operaban en la conferencia quedaron muy claras cuando fuimos atacados por distribuir DESAFÍO y nuestro folleto de la conferencia. Los organizadores llegaron incluso a amenazarnos con llamar a la policía si seguíamos distribuyendo. Este acontecimiento dejó en claro que los organizadores exigieron adhesión a la política de nacionalismo pro-Hamás de la conferencia. Se puso de manifiesto el vacío de sus consignas de solidaridad de la clase trabajadora.

Finalmente, el último día de la conferencia coincidió con la bárbara incineración de 45 refugiados de Gaza por parte del ejército fascista israelí. La retórica estuvo llena de indignación, pero no hubo acción. Nuestro pequeño grupo intentó que los asistentes visitaran el campamento cercano de la Universidad Estatal de Wayne, a no más de 10 minutos en automóvil, para una manifestación, pero los organizadores de la conferencia no hicieron nada.

Tienes que estar en esto para ganarlo

El viaje sólo fue posible porque nos hemos sumergido en la lucha de clases en nuestros campus. En nuestros campus locales, hemos formado y brindado liderazgo político a nuestros clubes antirracistas Common Ground, lo que ha expuesto a docenas y docenas de estudiantes a nuestras ideas políticas. Estos clubes han sido el vehículo para agudizar la lucha de clases en los campus, donde nos hemos enfrentado a administradores racistas y expuesto sus políticas anti estudiantes.

También conocimos a los estudiantes lanzándonos (aunque de manera desigual) a los campamentos en Nueva York. A diferencia del falso liderazgo de izquierda de la conferencia, estos campamentos nos dieron una visión real del poder de la clase trabajadora multirracial. Sin un político o un jefe a la vista, los estudiantes organizaron sus mini sociedades: alimentación, vivienda, educación, seguridad, atención sanitaria, saneamiento... todo estaba organizado colectivamente. Estuvimos allí, contribuyendo a estos esfuerzos, mientras luchamos contra las políticas de identidad y el nacionalismo y por una perspectiva disciplinada e internacionalista. Los campamentos, en su mayoría dirigidos por trabajadoras y estudiantes, nos permitieron conocer a algunos de los luchadores más feroces contra el imperialismo estadounidense, el sionismo y el capitalismo. Estaban dispuestos a correr el riesgo de ser arrestados, suspendidos y expulsados para luchar por Gaza y la clase trabajadora internacional.

Es importante destacar que los campamentos también obligaron a los patrones liberales a quitarse las máscaras y mostrar su esencia fascista mientras daban la bienvenida a los kkkops para atacar y brutalizar a estudiantes y trabajadores.

Los esfuerzos que hicimos para ser parte de la lucha de clases son enteramente responsables de que podamos traer un grupo a la conferencia en Detroit. La lección no podría ser más clara: sólo comprometiéndonos a participar en la lucha de clases y a involucrarnos dondequiera que haya trabajadores o estudiantes en movimiento es la ÚNICA manera en que podremos construir un Partido que sea capaz de lanzar una revolución por el comunismo.

La próxima historia ha sido reimpresa de La vida de trabajo y amor de Wally Linder. 

En junio 1964, el Movimiento Laboral Progresista decidió editar un periódico semanal de ocho páginas; nació el DESAFIO. Nuestra búsqueda por una imprenta nos llevo a una organización en Trenton, Nueva Jersey. Después de encontrar una imprenta. Se imprimió la primera edición y nos dijeron que seria la última que imprimirán. Llamamos a la fábrica de impresoras offset de Harris y pedimos una lista de impresoras de periódicos a quien le habían vendido impresoras offset. Así fue como fundamos Sun Publishing Co., localizada en la comunidad china el la parte Este del Bajo Manhattan. Le mostramos nuestra primera edición al propietario el Sr. Chan y él estuvo de acuerdo en imprimir nuestro periódico.Su esposa e hijos nos ayudaron en varias tareas. Milt Rosen, secretario del MPL y yo empacamos periódicos para enviar. 

Desafiando y rebelándose contra los gobernantes desde el primer día

Como sucedió, mas tarde ese mes se desató la rebelión de Harlem, durante la cual los rebeldes sostenían la primera pagina del DESAFIO y su bandera mientras marchaban. Esto impulsó al Escuadrón Rojo del Departamento de Policía de Nueva York a visitar al Sr. Chan y le advirtieron que si continuaba imprimiendo ese periódico estaría en problemas. Chan les dijo que él tenía el derecho de imprimir cualquier periódico que le trajeran. “¿Y que de la libertad de prensa?” le respondió a la amenaza del policía. El no iba a abandonar su única cuenta. Años después cuando el Sr. Chan se retiró, nuestra búsqueda por otra imprenta nos llevó a Brooklyn y Ballan Printing, una compañía que imprimía varios periódicos pequeños comunitarios y universitarios – un gran número de unos pornográficos que aparecieron desde 1960. (La Mafia, en complicidad con los patrones, había obligado a los obreros de un sindicato local que controlaba). Pero ni los patrones ni la Mafia contaban con la rebeldía de los obreros. 

Los obreros leían nuestro periódico y vieron varias relaciones que escribimos sobre las malas condiciones de trabajo que los patrones hambrientos por ganancias les empujaban a los obreros por todo el país. 

DESAFIAR y desenmascarar las mentiras de los gobernantes desde el principio

Cuando fuimos a recoger el periódico, los obreros nos mostraron las horribles condiciones de lo que pasaba en su baño y nos pidieron que escribiéramos sobre esto. Nuestro editor Luis Castro escribió una relación para la próxima edición, la cual los obreros leyeron con aprobación entusiasta. Cuando los patrones vieron el artículo, se enloquecieron. Nos dijeron que todo era mentira y de solo un lado y nos desafiaron a imprimir su lado, “de la verdad”. Les dijimos que solo había una “verdad” la “verdad de los obreros”, lo cual los puso más locos. De ahí en adelante, analizaron cada edición. Pronto después, los patrones renovaron el baño a una condición medio decente.

Los obreros atribuyeron esa mejoría al artículo que habíamos escrito. Cuando salió una edición de antes del Primero de Mayo, imprimimos las palabras del himno de los obreros, “La internacional”. Cuando fuimos a recoger la edición, el impresor de repente corrió los dos pisos de escaleras hasta la parte alta de la imprenta y en una voz clara y alta comenzó a cantar “La internacional”. Al compas de las últimas palabras, “la clase obrera internacional será la raza humana,” resonó por toda la Sala de la imprenta, los obreros espontáneamente explotaron en aplauso. Nunca supimos de como este obrero sabia la melodía de la canción, pero noticias del espectáculo pronto llegaron hasta la lejanía de Brooklyn. Ahora llegamos al aniversario número 55 de publicar el DESAFIO, y nunca nos ha faltado una edición.

En medio del actual genocidio y hambruna de los palestinos en Gaza, 80 miembros y personal de la organización comunitaria de inmigrantes en la que participan miembros del PLP asistieron a la manifestación pro-palestina del Primero de Mayo en la ciudad de Nueva York. Miembros y amigos del PLP se unieron a la organización con abrazos y cantos juntos. El Partido jugó un papel clave en el proceso de conseguir la participación y el espíritu del grupo. Distribuimos 500 folletos del PLP (titulado: De todos los ríos a todos los mares, el comunismo nos hará libres) invitando a la gente a la marcha el 4 de mayo, para celebrar nuestro Primero de Mayo en Brooklyn. Un grupo de personal joven vino al 4 de mayo. Dos están recibiendo el Desafío y quieren conocernos mejor. 

Los miembros del PLP han estado trabajando en esta organización y la comunidad circundante durante más de 20 años. Una camarada fue profesora de ESL allí durante 10 años. Hemos reclutado a varios trabajadores para el PLP y mantenemos un grupo de estudio regular en la comunidad. Desde el 7 de octubre, cuando Hamás mató a 1.200 israelíes y los sionistas comenzaron la matanza de palestinos en Gaza, los camaradas han estado en acción. El 10 de octubre repartimos 2000 folletos en la organización y la comunidad. El título del folleto era: La guerra entre Israel y Hamas significa: ¡Trabajadores del mundo unidos - ¡Luchen, Únanse al Partido Laboral Progresista Internacional! 

Hablamos en el Comité de Trabajadores de la organización sobre la guerra, el genocidio, el petróleo y la rivalidad imperialista y la historia de Israel y Palestina. A pesar de la falta de respuesta y de la resistencia de los dirigentes, el Comité de Trabajadores invitó a los camaradas a organizar un foro en diciembre en la oficina y hora de su reunión. 50 trabajadores asistieron al foro presentado en español e inglés. Una supervisora intentó apoderarse del foro, pero ella falló. Se aplaudieron las ideas y los discursos del Partido. Los trabajadores respaldaron una manifestación en la comunidad. Desafío fue distribuido durante el proceso. 

Un grupo del personal de la organización, miembros de un local del UAW, fueron motivados por el trabajo de nuestros compañeros para iniciar una campaña masiva para presentar 5 demandas a los directores/jefes. Las demandas incluían un alto al fuego inmediato y a largo plazo en Gaza, apoyo al movimiento de desinversión y al movimiento sin voto y educación política para el personal y los miembros. El personal obtuvo 40 firmas y los camaradas obtuvieron 20 firmas de trabajadores/miembros exigiendo una reunión con los patrones. La reunión resultó ser una llamada durante la cual el personal y los camaradas hablaron bien y con dureza. Un tanto desconcertados, los directores aceptaron una declaración sobre las redes sociales y la educación política. En respuesta a los movimientos de desinversión y no voto, dijo un director, no estamos haciendo nada malo y podemos invertir en Israel como mejor nos parezca. Y nosotros (es decir, los liberales leales) tenemos que reelegir a Biden. Una verdadera “educación” para los miembros y el personal de la organización.

Aunque si hubo algunos puntos útiles en el seminario web de educación política, por supuesto, se hizo patente el nacionalismo y una total falta de análisis de clase. No se mencionó la rivalidad de los imperialistas del mundo por el control del petróleo, las rutas marítimas, el comercio y el control de la clase obrera. Debemos destruir para siempre el capitalismo y el imperialismo en todas partes. ¡El comunismo es la única solución!

¡Ese es el trabajo del Partido y no debemos rehuir la lucha! 

El resultado de la organización y protesta a largo plazo fue la decisión de los directores de movilizarse para la manifestación del Primero de Mayo. Tres trabajadores y cinco empleados jóvenes se unieron a otros camaradas y amigos en la marcha del Primero de Mayo del PLP el día 4 de mayo. Un trabajador se unió y otros 2 se han acercado. ¡Construir un partido de masas es siempre nuestro objetivo y nos queda un largo camino por recorrer! En conclusión, este ejemplo del trabajo del Partido siempre es correcto, pero especialmente en este período de guerra, racismo y fascismo agudizados. ¡Vamos a hacer lo!