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Rechazar Fascistas Grandes y Pequeños, Rebélate contra dictadura desordenada
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- 09 Octubre 2020 501 visitas
La clase dominante esta en caos. Las divisiones dentro de la clase dominante se agudizan conforme se aproxima el final de la campaña electoral presidencial. El debate entre el héroe del Klan, Donald Trump y quien ha encarcelado masas Joe Biden se convirtió en una incoherente gritería entre dos mentirosos racistas. Dopado con esteroides y contradiciéndose a cada minuto, el contagioso-en jefe, es abandonado en una Casa Blanca casi vacía después que mas de una docena de sus consejeros salieran positivos para el covid-19. Enfrentando el amenazante desafío al dominio estadounidense por una China fascista y disciplinada, la ruptura entre los grandes fascistas (liderados por el capital financiero internacional como JPMorgan Chase y Goldman Sachs) y los pequeños fascistas (organizados alrededor de las compañías de energía domesticas deseosas de ganancias a corto plazo) ha llegado a su limite.
Las elecciones son una herramienta critica para resolver los conflictos internos capitalistas. Los grandes fascistas necesitan que las masas de trabajadores voten por su lado para dar legitimidad a sus planes de guerra imperialista y fascismo. También necesitan el mito de la democracia electoral y la” transición pacifica del poder” para ocultar su dictadura capitalista. Sin embargo, en esta ocasión, no sabemos si cualquiera de estas dos pandillas patronales aceptara el resultado de las elecciones en noviembre. Existe peligro. El futuro del sistema de ganancias estadounidense y su tambaleante orden mundial esta de por medio.
El Partido Laboral Progresista hace un llamado a todos los trabajadores para que noten que, el poder no esta en las urnas, sino en la lucha de clases, en las calles y donde trabajamos. No existe el “mal menor” entre los capitalistas, todos son asesinos de masas. Ambos, demócratas y republicanos, representan el racismo, sexismo, explotación, terror estatal, y la muerte de millones por falta de alimento, refugio, servicio medico e infraestructura de salud publica. La única forma de acabar con el creciente fascismo y la inminente guerra mundial es organizando una lucha antirracista y organizar para la revolución comunista.
El Ascenso de los Pequeños Fascistas Crea Desorden Entre los Patrones Estadounidenses
El propósito de los pequeños fascistas es recortar los impuestos a los ricos, acabar con los costosos compromisos foráneos del ejercito estadounidense, salirse de las alianzas internacionales, eliminar los servicios sociales para la clase trabajadora y desbaratar las regulaciones ambientales. Después de años de organizar, y mantenerse al margen, con otros partidos como los Libertarios, vieron su oportunidad de entrar a las grandes ligas con el surgimiento del racista Partido del Te. Pero no pudieron desafiar el dominio de los grandes fascistas sobre el poder estatal hasta que llego Trump. El supuesto hombre de negocios convertido en estrella de la TV “real” y estafador, se apodera del partido republicano con una base de trabajadores blancos alienados, matones racistas, y evangélicos hipócritas. El capital financiero opto por la despreciable Hillary (súper-depredadora) Clinton y aun están pagando el precio de su arrogancia.
A través de la dialéctica, sabemos que lo interno es primario. La falta de disciplina de los grandes fascistas – su corrupción, individualismo y óptica corta – permitió que los pequeños fascistas les arrebaten el poder. La perdida de trabajos industriales con un sueldo decente, y dos guerras fallidas en el Medio Oriente, les abrió la puerta. La gran recesión del 2008 y el salvataje de los bancos por Barack Obama, hizo que la puerta se abriera de par en par. A los pequeños fascistas, como los Koch, no les gustaba Trump ni sus despotricadas anti-inmigrantes, ya que muchas de sus ganancias vienen de la mano de obra inmigrante. Pero, en un acto de oportunismo mutuo, se apresuraron a tomarse la rama ejecutiva del gobierno.
La altamente perturbadora presidencia de Trump refleja un cambio cualitativo en la lucha interna de los patrones capitalistas. Para muchos de los lectores del DESAFIO, Trump y sus seguidores racistas y sexistas son despreciables, la esencia del capitalismo cruel, egoísta y avaricioso. Y no están equivocados. Pero, para nuestra clase, la alternativa no puede ser Joe Biden, o Alexandria Ocasio-Cortez, porque los grandes fascistas tienen un plan a largo plazo aun mas peligroso para la clase trabajadora internacional.
Los grandes fascistas están en peligro
Por mas de un siglo, y especialmente desde la segunda guerra mundial, el capital financiero estadounidense ha controlado el ejercito, las agencias de inteligencia, las tres ramas del gobierno, y casi toda la prensa. Junto a los patrones de Europa Occidental, establecieron alianzas para mantener la supremacía estadounidense y contener a enemigos como; la vieja Unión Soviética y la actual China y Rusia. Hasta hace poco, los patrones podían resolver sus diferencias antes de sacar las armas. En 2000, la Corte Suprema estadounidense freno el recuento de Florida y nombro como presidente a George W. Bush. La clase dominante unida aprobó la ley fascista Patriot Act y la invasión de Afganistán e Irak. Creo el Hart-Rudman plan, modelo para sostener su dominio hasta el siglo 21. La contradicción entre las dos alas patronales, tan claras hoy, aun eran infantes.
Las presiones externas han agudizado la contradicción. La iniciativa Ruta de Seda china, su liderato global durante la pandemia – ofrece menos espacio para que los patrones estadounidenses resuelvan sus desacuerdos pacientemente. Esta realidad lleva al capital financiero, al fascismo mas rápidamente – primero, para destruir a los pequeños fascistas, después para construir un movimiento patriótico multicultural para controlar a la clase trabajadora y preparase para la tercera guerra mundial.
Los aliados de EE.UU. están muy preocupados. Después que el primer (y quizás el ultimo) debate entre Trump y Biden, proclamado como un “show de mierda” por la CNN, un analista político francés dijo; “Los lideres europeos probablemente se despertaron esta mañana pensando: ‘El liderato estadounidense se acabo, y por un momento, aun si Biden es electo y trata de reconstruir lo que Trump destruyo”’. Los rivales de EE.UU. también lo notaron. Según un periódico chino, controlado por el estado; “Ese caos en los altos niveles de la política estadounidense reflejan división, ansiedad en la sociedad estadounidense y la aceleración de la perdida de ventajas del sistema político estadounidense” (NYT, 30/9).
Aun cuando Trump se auto proclama el presidente de la “ley y el orden”, los grandes fascistas tienen un historial mas largo y feo en cuanto a promocionar el terror estatal contra la clase trabajadora. Biden, quien hizo u carrera sirviendo a los banqueros y las compañías de tarjetas de crédito, es la personificación de la decadencia del capital financiero. Desde que promocionara su proyecto de ley de encarcelación masiva de 1994, a las sangrientas guerras en el Medio Oriente, ejecutadas por los Bush y Obama, a su ultimo rechazo de “desfinanciar” su querida policía, Biden has sido uno de los mejores y mas leales lacayos del letal programa de los grandes fascistas. Su compañera de formula, antigua fiscal, Kamala Harris, orgullosamente conocida como la “policía superior” jugo un papel importante que dio rienda suelta a la policía racista para que asesinaran a personas como Oscar Grant (NYT, 9/8).
¡No votes, rebélate!
Luchar por el comunismo significa construir un partido revolucionario de masas y un mundo dirigido por y para la clase trabajadora internacional. No podemos hacerlo dentro de la farsa patronal que llaman democracia, con unas elecciones que nos obligan a escoger entre un racista explotador y otro. Y no podemos llegar sin acabar con las divisiones racistas, sexistas y nacionalistas que nos mantienen cautivos.
Durante los siete meses de la pandemia mundial capitalista, los trabajadores han demostrado que nuestra clase puede dirigir y cuidarse unos a otros, durante su lucha en las calles y su valioso trabajo en los hospitales y mercados, ha demostrado que podemos vencer los obstáculos mas difíciles. Estos impulsos comunistas de la clase trabajadora es lo que preocupa a los patrones. El próximo paso es, agudizar la lucha con camaradas y amigos y crear un mundo mejor. ¡Lucha por el comunismo! ¡Únete al Partido Laboral Progresista!
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Padres, maestros suenan la alarma sobre detectores de metal racistas
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- 09 Octubre 2020 478 visitas
BROOKLYN, 21 de septiembre—«¡Ustedes son eruditos, no sospechosos!» Ese es el mensaje que recibieron los estudiantes, principalmente negros y latinos, cuando ingresaron al edificio de su escuela durante el primer día de clases de un grupo multirracial de 40 padres y maestros que se reunieron con docenas de estudiantes mientras se alineaban para caminar a través de los detectores de metales en su primer día de vuelta en un edificio escolar después de más de seis meses. Los detectores de metales racistas son la bienvenida que miles de estudiantes, principalmente negros y latinos, han recibido del racista Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York (DoE), y los jefes de la ciudad que se niegan a realizar cambios antirracistas reales incluso cuando arrojan sus promesas vacías de “equidad.” Como decía uno de los cánticos: “¿Cómo se escribe RACISTA? ¡D-O-E!”
Los miembros de la Asociación de Padres y Maestros (PTA) de una escuela secundaria de Brooklyn se organizaron y se manifestaron el primer día de la reapertura de los edificios escolares, exigiendo que se retiraran los detectores de metales racistas en toda la ciudad (ver recuadro). Este grupo multirracial tiene una larga historia de lucha antirracista contra los numerosos ataques racistas lanzados contra los estudiantes.
Estas últimas contraataques incluyen:
• exigiendo la eliminación de escáneres durante años
• exigir equipos deportivos más integrados
• defender a los estudiantes arrestados dentro de la escuela por no quitarse un alfiler que sujeta los anteojos juntos
• protestando por el mal estado del edificio de la escuela en sí
• organizar para defender contra un ataque anticomunista de miembros de la escuela.
A raíz de la furia antirracista masiva
Cuando podemos organizar acciones antirracistas y antisexistas, podemos generar confianza dentro de nuestra propia clase. Nuestra PTA se sintió conmovida por la explosión de ira masiva que surgió del asesinato racista de George Floyd y Breonna Taylor a principios del verano. Una y otra vez los padres respondieron a nuestros llamados para unirse a las manifestaciones y luchar por las ideas comunistas. Nuestro liderazgo multirracial e intergeneracional cambió el tono de varias grandes marchas.
En el período previo al piquete del jueves contra los detectores de metales racistas, los padres que estuvieron activos con nosotros durante el verano y que habían visto el racismo liberal en acción durante un período de muchos años antes, rechazaron la idea de que deberíamos confiar en funcionarios electos engañosos como el Concejal Brad Lander o la defensora pública de la ciudad de Nueva York, Jumaane Williams, para ayudar a dirigir nuestro evento.
La manifestación del jueves también se produjo a raíz de una serie de reuniones del club, Crowdcasts (software de seminarios web) y llamadas de Zoom donde los PLPistas llevaron a los miembros de nuestra base a una discusión donde la necesidad de organizarse contra los ataques racistas a los estudiantes en el escenario donde nadie gana de instrucción remota vs. en vivo fue sumamente enfatizada. Estas reuniones virtuales organizadas a nivel local y nacional, junto con la socialización a distancia responsable, nos dieron una base firme para pedir una acción enérgica a medida que se acercaba el primer día de instrucción en vivo para los estudiantes.
¿Seguridad contra quien?
No siempre está claro para los estudiantes, padres o personal escolar por qué los detectores de metales en las escuelas son un ataque racista. Algunos creen que están ahí para brindar seguridad. Esta es la mentira que se vende a los trabajadores por un sistema que se basa en las divisiones racistas y la propaganda del miedo para mantener dividida a la clase trabajadora. Los detectores de metales en la escuela significan que los estudiantes son vistos y tratados como criminales potenciales. “En 2016, el 99% de todos los estudiantes de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York esposados durante incidentes de angustia emocional eran negros e hispanos. Los estudiantes negros de la ciudad de Nueva York tuvieron la tasa más alta de suspensión, representando el 27.1 por ciento de la población, pero casi la mitad de todas las suspensiones. En todo el estado, 1 de cada 5 niños negros y 1 de cada 7 niñas negras son suspendidos de la escuela” (Alliance for Quality Education, 6/19).
Este año, durante COVID, el escaneo resultará en aún más daño, obstruyendo las entradas a las escuelas donde las prioridades urgentes deberían ser maximizar el distanciamiento social y el tiempo de instrucción. Incluso si va en contra del sentido común o le cuesta a la ciudad más dinero en una crisis presupuestaria, una cosa a la que los patrones siempre dan prioridad es ¡más racismo!
Los detectores de metales en las escuelas también generan sospechas entre los estudiantes. Enseñan a los estudiantes a tener miedo unos de otros. Esta ideología crea desunión dentro de la clase trabajadora, debilitando nuestra capacidad de unirnos como una clase trabajadora contra el capitalismo, el sistema de clases racista, sexista y explotador. Crea la ilusión de que no podemos depender unos de otros para encontrar soluciones a los problemas del mundo. Construye el cinismo de que, por lo tanto, nuestra única opción es poner nuestra esperanza en las promesas vacías de uno u otro político de “arreglar” el mismo sistema que representan.
Construyendo nuestra fuerza de clase a través de la lucha
Esta pequeña pero significativa acción refleja ese tipo de organización que realmente puede hacer un cambio. A medida que nos acercamos a las elecciones, es difícil escapar de la presión de ver la votación como la forma real de hacer un cambio. Las elecciones bajo el capitalismo son una pérdida para los trabajadores porque refleja el cinismo de los trabajadores de que la clase trabajadora internacional no tiene el potencial de dirigir la sociedad en nuestro interés y crea la ilusión de que este sistema puede reformarse en nuestro interés. (ver editorial, página 2) El manejo horrible de esta pandemia desde el principio y la reapertura desorganizada de las escuelas ilustran cómo los patrones ven a nuestros niños de la clase trabajadora como completamente desechables.
Solo cuando la clase trabajadora internacional controle a toda la sociedad en interés de nuestra clase, y no en beneficio de unos pocos, podremos construir verdaderamente un mundo antirracista y antisexista en el que TODOS nuestros niños puedan prosperar. Todavía tenemos un largo camino por recorrer para que las masas conviertan estas ideas en acción y que la acción se convierta en una lucha por un mundo comunista. Este mitin fue un paso pequeño pero esperanzador en esa dirección.
EL BRONX—La crisis en las Universidades de la Ciudad de Nueva York (CUNY) se está agudizando, mientras los fideicomisarios y políticos siguen sus planes de implementar recortes de austeridad, llenando clases virtuales con hasta cien estudiantes y despidiendo a miles de instructores de medio tiempo y trabajadores universitarios. Los administradores de CUNY han aumentado el tamaño de las clases, lanzado un ataque racista hacia la educación de los estudiantes. Este es un ataque racista por que los estudiantes en CUNY son en su mayoría negros y latinos. Pero el racismo divide y lastima a todos los estudiantes de la clase obrera. Entonces varios clubs estudiantiles y algunos miembros del sindicato de los complejos universitarios de CUNY en el Bronx se tomaron las calles y tuvieron una marcha beligerante, multirracial en contra de la austeridad racista.
Comenzamos con una manifestación corta cerca de los tribunales, donde los estudiantes y facultad tuvieron un “calentamiento” informal de discursos. Hablamos de la necesidad de combatir en contra de estos recortes racista, sobre el por qué necesitamos hacer huelga, y sobre la necesidad de tener unidad entre los obreros y estudiantes. Muchos profesores y personal han perdido su seguro de salud en medio de la pandemia que en su mayoría ha atacado a los obreros y estudiantes negros y latinos. Las universidades de CUNY están presionando al personal a arriesgar sus vidas en edificios inseguros. Nuestros oradores incluyeron estudiantes de ambos complejos, quienes hicieron un llamado a continuar la lucha. Señalaron el problema del capitalismo. Los políticos son parte de este sistema capitalista. Un profesor adjunto hizo el punto de que votar por los demócratas no resolverá esta crisis. En la Ciudad de Nueva York los demócratas controlan todo. Son el problema. El adjunto dijo, “somos a los que están esperando.” Eso es correcto y el futuro es para nosotros los obreros es el comunismo donde nosotros controlamos la sociedad.
Los miembros del Partido Laboral Progresista son activos en comités de nuestro sindicato y clubs estudiantiles. Estamos felices de habernos unidos a algunos camaradas del Bronx y de ver muchos obreros respondiendo al periódico DESAFIO. En estos grupos masivos donde trabajamos, estamos tratando de acercar a los obreros y estudiantes a nuestras ideas comunistas por medio de la discusión, lucha, y acción. Nuestro grupo de estudio tiene charlas de como el racismo y capitalismo van de la mano, y del por qué el capitalismo no puede proveernos la educación que necesitamos. ¡Esperamos ver más de nuestros compañeros de trabajo y estudiantes unirse al PLP y continuar la lucha!
La marcha acabo al frente de uno de los complejos del Bronx, donde un número de guardias de seguridad comenzaron a acercarnos y pidiendo respaldo hasta que se dieron cuenta que estábamos “filmando en vivo” la marcha y tomaron paso atrás. Fue un mensaje claro a los manifestantes de que debemos demandar que SAQUEN LA POLICIA DE LOS COMPLEJOS al igual que acabar con la austeridad. El discurso de cierre fue muy inspirador mientras una profesora que despidieron explico de cómo ha sido para ella perder su sustento. Agradeció a todos por ir. “Los quiero a todos por apoyarme” dijo y procedió a hacer un llamado para que continuemos a crear un movimiento para cerrar a CUNY y combatir en contra del capitalismo. Acabamos con fuerza y formamos una “cadena humana” extendiéndonos de una punta de la cuadra a la otra. Con nuestros carteles y una pancarta grande encarando el tráfico hicimos un llamado a que los conductores pitaran en apoyo.
Uno de los líderes estudiantiles compartió sus reflexiones después de la marcha. “fue genial venir a la marcha y sacar el mensaje sobre hacer huelga para que financien a CUNY por completo. Nuestras voces fueron duras y altas, que animaron a muchos que pasaban a unírsenos y extraños orgullosamente pitaron sus pitos en apoyo. Espero asistir a mas marcha y ser parte de esta lucha colectiva.”
Esta marcha fue poderosa. Representa la ira de clase que sentimos de lo que está pasando a nuestros estudiantes y colegas. Fue un esfuerzo colectivo con personas diferentes poniéndose de voluntarios a planear la ruta, traducir el panfleto, pegar volantes en el internet, etc. Es un vistazo de como de poderosa puede ser la clase obrera. ¡Únetenos a la lucha en contra del racismo y por el comunismo!
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Colombia: Crisis capitalista se profundiza, trabajadores se rebelan
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- 09 Octubre 2020 623 visitas
Tras siete días y noches consecutivas de movilizaciones y protestas, cuyo objetivo principal es el rechazo hacia la represión policial tras el asesinato de Javier Ordoñez a manos de dos uniformados la semana pasada, miles de personas han salido realizando tomas y bloqueos en varias ciudades. Estas movilizaciones exigen una reestructuración de la Policía, la renuncia del ministro de defensa, Carlos Holmes Trujillo, por el fin de los asesinatos de líderes políticos y sociales. Entre otros tantos reclamos, se pide solución al creciente desempleo, la anulación del decreto 1174 que es la “más agresiva reforma laboral y pensional de los últimos 30 años” en Colombia.
En el presente año además del horrible regreso de las masacres, el desplazamiento racista de comunidades en campos y ciudades, la amenaza constante por parte de paramilitares, y el creciente asesinato de líderes sociales, defensores de derechos humanos y de ex guerrilleros de las Farc, las organizaciones campesinas, indígenas y afros han vivido el exterminio con más fuerza durante la cuarentena, y el hostigamiento militares y grupos de asesinos al servicio del estado y capitalistas locales.
Trabajadores de la salud, del estado, del reciclaje y comités de paro, siguen invitando a cacerolazos y manifestación en las plazas, parques y espacios públicos. Los manifestantes piden que se desmantele el ESMAD, responsable de la represión y los muertos –como lo fue el asesinato (todavía impune) de Dylan Cruz el 21N, día del primer paro nacional. Las movilizaciones son convocadas por organizaciones comunitarias y de jubilados, organizaciones de estudiantes de mujeres y las demás organizaciones pertenecientes al Comité Nacional de Paro.
La represión policial durante las movilizaciones, dejó al menos 14 asesinatos, más de 250 heridos, y al menos 150 disparos de armas por parte de los uniformados. El número de heridos de bala de plomo llegó a 74. También se contabilizaron varias denuncias de abusos y violaciones por parte de la policía durante las detenciones ilegales. Según la Revista “Noche y Niebla”, los mayores violadores de derechos humanos en Colombia en 2019 fueron los paramilitares y policías.
La represión tuvo también un carácter parapolicial: “abuso sexual, contra dos mujeres detenidas, obstrucción a la información, y hasta detenciones en centros clandestinos como se evidenció en videos donde, además, se prueba cómo los policías se intercambian armas con matones vestidos de civil, que disparan en equipo, y además apuntan directamente al cuerpo de los manifestantes y los golpean en estado de indefensión”
Los vecinos de muchos barrios de la capital y otras ciudades, se organizaron para impedir que la policía entrara a los conjuntos residenciales, golpeando y disparando contra la gente. Hay muchas denuncias de infiltración policial y de haber visto agentes de civil detrás de los incendios a comercios y saqueos. En muchos videos se ve a la policía huir de los ataques de los vecinos organizados con piedras y palos.
Durante las protestas más de 30 CAI (Centros de Atención Inmediata de la policía), fueron quemados o destruidos. Los vecinos denuncian que esos son las “garitas” donde se comercian drogas y se pagan los sobornos por las actividades mafiosas. Luego de los incendios, muchos de esos CAI fueron transformados en bibliotecas populares y centros de reunión comunitaria por los manifestantes.
El Plp está construyendo una base dentro de la clase trabajadora como parte de nuestro trabajo internacional. Miembros del partido, amigos y lectores de nuestro periódico, están participando en estas manifestaciones uniéndonos a nuestros hermanos que luchan por una mejor sociedad, discutimos y explicamos tratando de avanzar. El movimiento espontaneo lo que necesita es liderato comunista para elevar la conciencia de la gente entendiendo que la policía es una institución asesina y corrupta que no puede ser reformada y que esta para proteger y servir a los intereses de los ricos, y que solo la revolución comunista puede poner fin a las presentes oleadas de terrorismo de estado contra nuestra clase, construyendo una nueva sociedad libre de toda forma de opresión racista, nacionalista, sexista, de guerras patronales y esclavitud salarial.
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¡Adiós muy buenas! Expediente racista e individualismo de Ginsburg revela sus patrocinadores Grandes Fascistas
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- 09 Octubre 2020 481 visitas
La pelea partidista brutal por su sagrado asiento en la Corte Suprema es otro reflejo de la incapacidad de los patrones para gobernar “a la antigua”--de su giro hacia el fascismo. No hace mucho tiempo que Ginsburg y el “intelectual” archirracista Antonin Scalia eran mejores amigos que iban juntos a la ópera. Fue como las relaciones cálidas y de colaboración de Biden con senadores de Jim Crow como James Eastland y Strom Thurmond (“uno de mis amigos más cercanos”, dijo una vez Biden). Cualesquiera que fueran sus desacuerdos, estaban en el mismo equipo. Pero dadas las agudas contradicciones del capitalismo, esa era se acabó.
A medida que la lucha entre los jefes se agudiza, la muerte de Ruth Bader Ginsburg expone algunos de los problemas que los grandes patrones fascistas están teniendo dentro de sus propias filas con el egoísmo. Ginsburg, como juez, defendió de buen grado las políticas racistas contra la clase trabajadora de los grandes patrones liberales fascistas, pero cuando llegó el momento, ella, como muchos en la clase capitalista, se puso por encima de las necesidades de clase de los patrones. Este tipo de subjetividad está causando problemas a los grandes fascistas mientras luchan por derribar a Trump y sus pequeños seguidores fascistas en preparación para la guerra con China.
Los grandes patrones fascistas están tratando de movilizarse en torno a la mitología de que la Corte Suprema tiene el poder/potencial para defender a la clase trabajadora contra presidentes deshonestos o un Congreso de derecha. Los grandes patrones fascistas quieren que creamos que es esencial elegir a Biden (ya Obama y Clinton antes que él) para nombrar jueces “progresistas” y en particular para preservar Roe v. Wade. Esta gran mentira de que los políticos liberales o los jueces defenderán a la clase trabajadora ha llevado a desastres como el de que Bill Clinton y Biden se unieran para llevar a millones de trabajadores negros a prisión. ¿Dónde estaba entonces la Corte Suprema? La Corte (como el Presidente y el Congreso) responde a la militancia de masas en las calles y a los movimientos de masas en general. Las reformas, aunque sean temporales, son impulsadas por la lucha de clases, no por un grupo de nueve títeres de la clase dominante con túnicas.
Por su parte, Ginsburg era un entusiasta títere del sistema racista patronal. Realización constante de su trabajo de consagrar y proteger políticas racistas. En su decisión en Sherrill v. Oneida, falló en contra de los pueblos indígenas con “el idioma en esa opinión ... considerado un ejemplo del idioma más abiertamente racista en su desafío y escepticismo de los intereses tribales” (Proyecto Marshall, 23/9/20). En Estados Unidos v. Sineneng-Smith Ginsburg abogó por el enjuiciamiento de los defensores de los trabajadores migrantes que “alentaron” a esos trabajadores a ingresar al país. Ella apoyó el Oleoducto de la Costa Atlántica y la política de la administración Trump de acelerar la deportación de solicitantes de asilo (Politico 20/9/20) Esto se suma a sus fallos en apoyo a los fiscales y los registros por parte de los oficiales de policía (Ohio State Law Journal Vol. 70 : 4).
Ginsburg era una “federalista”, que es la abreviatura del movimiento racista de “derechos de los estados” que se remonta a los días de la esclavitud. Su racismo a veces se deslizaba a través de su fachada “progresista”. El ejemplo más famoso y particularmente ofensivo fue cuando llamó a las protestas de Colin Kaepernick “estúpidas y tontas”. (Más tarde se vio obligada a disculparse por esto). También tenía el peor historial de cualquier juez actual en la contratación de secretarios legales negros, un camino codiciado para convertirse en juez, teniendo solo uno en sus 27 años en la Corte Suprema.
A pesar de que Ginsburg se dedicó a defender un sistema racista, ejemplificó las contradicciones dentro de los políticos de la clase dominante y, en este caso, de un juez, que exigen fama o dinero aparentemente ilimitados o ambos en recompensa por su servicio. Su individualismo y su negativa a retirarse cuando Obama fue presidente y personalmente abordó el tema con ella, es otro ejemplo de la falta de disciplina dentro de la clase capitalista. Un vistazo rápido a las edades de los principales políticos dice mucho sobre el fracaso de los gobernantes a la hora de crear un espacio para un liderazgo más joven. Trump 74, Biden 77, McConnell 78, Pelosi 80. Se plantea la cuestión de si Biden, si gana, estará dispuesto a dimitir después de un mandato o insistirá en postularse nuevamente a la edad de 81 años.
Pero no se trata solo de la cuestión de la edad para los patrones. Mientras que la clase trabajadora ha estado soportando el peso de la crisis capitalista en la reducción de la esperanza de vida, el aumento de la pobreza y la atención médica miserable, los sirvientes de los patrones en Washington están exigiendo y recibiendo cada vez más por su lealtad.
A medida que la clase política hace demandas, domina la cultura del egoísmo. Bill Clinton fue pillado durmiendo con un pasante, pero hasta el día de hoy es defendido por sus compañeros demócratas. Luego, después de dejar la Casa Blanca, los Clinton recaudaron millones a través de donaciones de patrones de otros países a su fundación, así como mucho dinero por hablar en Wall Street. Los Obama han recaudado más de 60 millones de dólares en contratos de televisión y libros desde que dejaron la Casa Blanca. Las familias Biden y Trump se han atiborrado de capitalistas de todo el mundo vendiendo sus conexiones. En un período en el que la clase dominante está preparando una ofensiva fascista para prepararse para la guerra, el enorme egoísmo de su gente de frente se está volviendo insostenible para ellos.
