CHICAGO, 2 de agosto—“¡Hitler se levantó, Hitler cayó! ¡Escoria fascista, al infierno!”. Con este audaz cántico antifascista, un camarada inauguró hoy una manifestación en una concurrida intersección del lado oeste. Miembros locales del Partido Laboral Progresista (PLP), un partido comunista internacional, organizaron esta distribución/manifestación del DESAFÍO como respuesta directa a los repugnantes grafitis fascistas encontrados en la puerta de la oficina de una organización sin fines de lucro, así como en un mural de solidaridad con Palestina en el barrio. En poco más de una hora, distribuimos cerca de 200 ejemplares del DESAFÍO, establecimos nuevos contactos y recibimos pequeñas donaciones.
A medida que el capitalismo se hunde en una crisis económica y política más profunda a nivel mundial, los patrones se verán obligados a recurrir a ataques fascistas más abiertos para disciplinar no solo a la clase trabajadora, sino también a otras facciones patronales. Esto no es principalmente una decisión voluntaria de políticos específicos como Donald Trump, sino una etapa necesaria del capitalismo cuando la competencia internacional entre países se intensifica tanto que los patrones de diferentes regiones se ven obligados a apretar el cerco para prepararse para una guerra más amplia.
Construir el PLP internacional de masas y luchar por la revolución comunista es la única manera de detener el fascismo y la guerra imperialista. En las inevitables luchas y revoluciones venideras, la clase obrera internacional volverá a derrotar al fascismo y destruirá finalmente el letal sistema capitalista del que se deriva. Lo que hacemos hoy siembra las semillas de una futura sociedad gobernada por los trabajadores, libre de racismo, explotación y guerra.
El fascismo es más que un individuo: es el capitalismo en crisis
Muchos trabajadores de Chicago se enfurecieron al despertar el 20 de julio y descubrir los grafitis fascistas pintados en los edificios (Block Club Chicago, 20/7). La obscenidad racista fue especialmente impactante considerando la alta concentración de trabajadores negros y latinos que viven y trabajan en este barrio. Como si lidiar con amenazas de violencia estatal, como redadas de ICE o el terror de los policías, no fuera suficiente, es inaceptable tener que lidiar con imágenes tan repugnantes difundidas por racistas locales de barrio.
El patético matón racista responsable del vandalismo fue finalmente arrestado aproximadamente una semana después y acusado de delitos graves, pero como comunistas y luchadores antirracistas, no estábamos nada satisfechos con ese resultado. Envalentonados por nuestras experiencias en el reciente proyecto de verano del PLP en Boston, así como por la reciente represión de los Proud Boys por parte de miembros y amigos del PLP en el estado de Kentucky (ver DESAFÍO, 30/7), sabíamos que necesitábamos una respuesta militante ante este ataque.
Durante la manifestación de hoy, se pronunciaron discursos en español e inglés denunciando los crecientes ataques fascistas contra los trabajadores y llamando a nuestra clase a contraatacar con unidad multirracial. Un compañero por megáfono explicó cómo las ideas fascistas y la violencia se manifiestan no solo en las actitudes y acciones de los individuos, sino más ampliamente, cómo el fascismo refleja la necesidad del sistema de lucro capitalista y sus gobernantes de aterrorizar y someter a nuestra clase mientras luchamos contra el empeoramiento de nuestras condiciones de vida y trabajo.
El camarada señaló que, si bien los jefes liberales (como quienes han gobernado Chicago durante décadas) en apariencia hablan de “tolerancia” e inclusión, han demostrado estar más dispuestos y mejor preparados para desatar el fascismo contra nuestra clase que Trump y sus aliados nacionalistas blancos. Como prueba, basta con mirar los registros de deportación de Barack Obama y Joe Biden, cuyas cifras Trump aún no ha igualado (Washington Post, 18/7). Su capacidad para engañar a los trabajadores genuinamente antirracistas mientras nos azotan con la miseria es la razón por la que el Partido identifica a los liberales como el principal peligro para nuestra clase.
Muchos trabajadores se acercaron a nosotros para agradecernos directamente por estar presentes y compartir nuestros mensajes, mientras que otros pasaron en coche tocando la bocina y levantando el puño por la ventana en señal de apoyo. ¡Nuestro mensaje revolucionario antirracista se escuchaba alto y claro!
¡Arriba la revolución comunista!
Una lección esencial de la acción de hoy fue la importancia de ser valientes y enfrentar el racismo y el fascismo de frente. La clase trabajadora internacional es la única fuerza capaz de transformar radicalmente la sociedad para mejor, y nunca podemos confiar en los patrones ni en sus leyes para derrotar o siquiera frenar el fascismo, especialmente cuando estos mismos patrones lo utilizan para intentar salvar su sistema de lucro.
Acciones como la de hoy, incluso pequeñas, muestran cómo la clase trabajadora y su PLP masivo avanzan hacia el mundo igualitario que necesitamos y merecemos. ¡Estamos listos para construir esta lucha con nuestros hermanos de la clase trabajadora en Chicago y en todas partes! ¡Abajo el fascismo, arriba la revolución comunista!
