Editorial: Ocupación de Washington D.C. - El terrorismo de Estado fascista está en aumento

Information
06 Septiembre 2025 216 visitas

El ataque militar sobre Washington, D.C. de parte de Donald Trump, es una masiva arremetida de terror estatal contra trabajadores negros, y una clara señal del creciente fascismo camino hacia la guerra mundial. El capitalismo estadounidense está en crisis.  Los gobernantes necesitan aterrorizar a los trabajadores que piensan revelarse – en particular tratan de intimidar a trabajadores negros, considerados la vanguardia revolucionaria de la clase trabajadora internacional. 

Los capitalistas domésticos, representados por Trump planean usar la ocupación de D.C. como un modelo nacional para atacar trabajadores negros, migrantes, y antirracistas. Por el momento, en esta toma de poder, los racistas de alcantarilla parecen dominar a los racistas liberales demócratas.  Pero no nos equivoquemos: la emergente fuerza policial estadounidense una marca de fascismo, como lo mostro el régimen nazi en Alemania es una creación bipartidista, construido durante décadas.   

No importa cual banda de fascistas gane, la única fuerza terrestre capaz de destruirla es una clase trabajadora multirracial con dirección comunista. Mientras la ilusión de democracia y la brutal realidad del capitalismo es más clara día con día, latentes flamas de resistencia se verán cada vez mas brillantes. La tarea del Partido Laboral Progresista es azuzar esas flamas hasta que se conviertan en una revolución comunista mundial.

Fascismo: Capitalismo en crisis

Detrás del teatro racista de Trump sobre rescatar a D.C. del “crimen, efusión de sangre, algarabía y miseria”, el fascismo esta enraizado en las crisis y contradicciones del capitalismo mismo. Conforme el imperialismo estadounidense decae y ataca como animal herido, se enfrenta al aislamiento político, especialmente sobre el genocidio sionista en Gaza. En Ucrania, otra derrota para los patrones estadounidenses parce estar en el horizonte.  

Mientras el desempleo y la inflación suben, y las divisiones dentro de la clase dominante estadounidense se agudizan, Rusia y China, rivales imperialistas, se envalentonan. Para los capitalistas estadounidenses, el fascismo es su desesperado último intento de resolver su crisis y evitar su caída.

Ocupación de D.C.: un ensayo de fascismo

Los miles de tropas de la guardia nacional que ahora patrullan Washington son una guardia de avanzada para preparar a la clase dominante y a la clase trabajadora para el fascismo. Los alaridos de la prensa sobre “crimen” son código del racismo, tan viejos como la esclavitud. Es más, el crimen es el más bajo de los últimos 30 años (Departamento de Justicia estadounidense 3/1). Trump declaro estado de emergencia en la ciudad después que un empleado de DOGE, tropas de choque digitales de Elon Musk, supuestamente fuera atacada por dos jóvenes desarmados, de 15 años el 3 de agosto. Todo escalo de ahí.  

Después de federalizar el departamento de policía metropolitana de D.C., y enviar los soldados de la Guardia Nacional de seis estados, la administración Trump, dejo de simular que luchaba contra el crimen y lanzaron rastra indiscriminada.  Trabajadores y jóvenes negros fueron sujetos de una ola de detenciones y cateos, práctica común de la policía racista de DC (dcnewsnow.com, 16/9/24). Trabajadores negros fueron interceptados estando sentados en las escaleras de sus casas (The Independent, 13/8), mientras trabajadores inmigrantes eran señalados para el arresto por la Gestapo; ICE (NBC News, 19/8). 

La campaña de terror racista de la policía en DC se enfocó en el sudeste de la ciudad, en los barrios mayormente negros, donde se para a la gente en un promedio de cada diez minutos (ACLU DC, 4/2). En una ciudad donde la población es relativamente la misma entre trabajadores negros y blancos, la policía detiene a trabajadores blancos 13% del tiempo. No es una coincidencia que la reciente invasión fue después de los despidos masivos de trabajadores federales negros (ver recuadro). La vigilancia y el desempleo racistas son dos partes importantes del plan patronal par marginalizar, deshumanizar, y usar de chivos expiatorios a trabajadores negros por las fallas el sistema d ganancias.

El ensayo del fascismo de Trump no se limita a la capital estadounidense. En junio movilizó a 4,000 tropas de la guardia nacional y 700 Marines a Los Ángeles en apoyo a las redadas de la migra; ICE y para frenar cualquier brote de lucha. Ahora piensa hacerlo nacionalmente. La semana pasada, ordeno al Pentágono formar una “fuerza de reacción rápida” para contrarrestar las protestas mientras amenazaba Chicago y Nueva York con ocupaciones federales también (ABC News, 25/8).

El estado fascista que los liberales construyeron

Poco antes que Trump desenlazara su ocupación, la alcaldesa de DC Muriel Bowser, una mujer negra demócrata, alabó al presidente por enviar la Guardia Nacional (Washington Post, 28/8). Los lideres liberales son los que merecen ser acreditados por el terror policial racista en la nación, más que Trump. 

Los demócratas liberales pusieron la base para el aparato estatal de terror sobre la cual, la facción de Trump ahora construye.  Bajo el racista Joe Biden, el número de asesinatos por la policía rompió récord cada año. Antes de ser presidente, Biden estuvo décadas en el Senado estadounidense creando histeria racista sobre “depredadores en nuestras calles”. También aseguro que la ley del crimen de 1994 de presidente Bill Clinton pasara, quien acababa de cortar 250 000, empleos federales, y cerrado cantidades récord de vivienda federal. Desembolso miles de dólares para emplear a 100 000 nuevos policías. Estableció sentencias mínimas mandatorias que apuntaban a trabajadores negros. Diezmando una generación con encarcelaciones masivas.  

Dos décadas después, Barack Obama hizo más que militarizar la policía. Tan solo en 2011, $500 millones de armas y equipo de asalto fueron canalizados a los departamentos de policía locales (wired.com, 26/6/12). Obama exploto una ley del 11/9 que demandaba la detención militar indefinida de sospechosos “terroristas” in cargos (ACLU,31/12/11). Es más, la mayor parte de la infraestructura fascista que Trump usa ahora fue creada por los demócratas.

¡No votes, sublévate!

Mientras la clase capitalista cuenta con sus perros rabiosos policías, y el aparato de terror fascista, la fuerza más poderosa del mundo es la clase trabajadora internacional. Las crisis capitalistas crearon las condiciones para las dos grandes revoluciones de la historia, en 1917 la Revolución Bolchevique y en 1949 la revolución China. La historia nos muestra que las contradicciones del capitalismo se pueden resolver solo de dos maneras, una es el fascismo, la otra el comunismo, un mundo dirigido por y para la clase trabajadora.

Los patrones tienen pavor de una clase trabajadora internacional, unida, multirracial y organizada, lista para la revolución. Por eso no escatiman en esfuerzo o gasto para mostrar el terror racista y la división. A su vez, nuestra resistencia no puede ser espontanea o basada en la identidad. 

Luchar por la liberación de un grupo aislado de trabajadores aquí o allá, nunca acabara con el capitalismo. Tampoco las reformas a corto plazo o votar por el candidato de moda. Ya es hora de entrelazar las luchas locales con el movimiento internacional por la revolución comunista. ¡Únete al PLP para que un mundo comunista sea realidad!

En los últimos cuatro meses, los despidos de más de 300,000 mujeres negras de sus empleos federales, principalmente en D.C., ha hecho que el desempleo real suba a más del diez por ciento y el desempleo de trabajadores negros suba a doble dígitos, (MSNBC, 17/7).

Después de la reconstrucción que le siguió a la guerra civil, los derechos civiles, y más allá, el gobierno federal se convirtió en el principal empleador de trabajadores negros.  Hasta hace poco empleaba más del 20% de trabajadores negros, la mayoría mujeres.  Trabajadores negros estan desproporcionalmente representados en trabajos federales esenciales, incluyendo el servicio postal estadounidense, como en el ejército, industrias básicas, transporte, transito, salud y educación. 

El Partido Laboral Progresista, considera que los trabajadores negros, en especial la mujer negra, son clave para la revolución. Los trabajadores sometidos a la opresión más racista y sexista tienen la base material para la conciencia de clase comunista. Los trabajadores siempre han luchado contra el capitalismo; los trabajadores negros más fuerte y las mujeres negras al frente. Solamente una clase trabajadora unida multirracial podrá acabar con este sistema imperialista genocida, y construir el comunismo de sus cenizas. ¡El liderato de trabajadores negros será instrumental para nuestra victoria!